Toluca, Méx.- La Ley de Economía Circular para el Estado de México busca regular parte de lo que ya hace el empresariado en materia de reciclaje y el reúso de materiales como el plástico, al tiempo de armonizar acciones que corresponden a este sector, gobierno y consumidores, sostuvo Max Correa Hernández durante el análisis de esta iniciativa con representantes del sector empresarial y productivo de la entidad.
Correa Hernández indicó que se escuchará la opinión de gobiernos municipales para la construcción de la nueva legislación, con la que también se busca generar empleos dignos y formales en este sector.
Consideró que esta nueva ley podría armonizarse con la existente en la Ciudad de México y recordó que se plantea crear un Consejo Consultivo de Economía Circular que analizará y propondrá acciones en la materia.
Lilia Urbina reconoció la experiencia, colaboración y aportaciones del empresariado al diseño de la ley; en tanto que Evelyn Osornio Jiménez pidió la continuidad de estas reuniones porque en la construcción de esta norma es necesaria la participación de todos.
Los empresarios coincidieron en señalar el acierto de esta iniciativa y precisaron que se trata de una norma en materia económica antes que ambiental, que deben considerarse las condiciones específicas de las industrias, pues no son las mismas para todas, y evitar la duplicidad de disposiciones con otras normas.
Al plantear que es un modelo al que se debe transitar, como ya ocurre en Europa y otras naciones, resaltaron que en la entidad se practican acciones de economía circular y que la ley debe acompañarse de estímulos a los productores, avances en la mejora regulatoria y sanciones eficaces contra quienes la incumplan.
También se pronunciaron porque el gobierno mejore la infraestructura y que se eviten prohibiciones que impactan en la producción, evitar la sobre regulación y centrar la ley en la actividad de los “pepenadores”, quienes representan una ventaja comparativa de México respecto de otros países, además de incorporar el papel del consumidor para conseguir que los deshechos lleguen como “basura limpia”.